Por: Carlos Francisco Fernández
14 de marzo 2017 , 07:31 p.m.
Rara vez las personas relacionan las actividades de la vida diaria –como trabajar, salir a comer, estar en la casa o realizar ejercicio– con problemas de salud y mucho menos con enfrentar una emergencia médica y saber cómo actuar ante ella.
La verdad es que nadie está exento de presenciar, por ejemplo, un infarto cardíaco de un familiar o de otra persona, y tener que decidir qué camino tomar, sobre la base de que de eso dependerá la supervivencia del afectado.
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